¿Has estado alguna vez en el campo, en un día soleado, con aire fresco, percibiendo el olor a pasto, escuchando pájaros y caballos caminando lentamente desde la distancia?. Te acercas a un caballo, este levanta la cabeza, se cruzan las miradas, respira con calma y vuelve a bajar la cabeza, está relajado.
Se dice que los ojos son la ventana del alma. Los caballos, no mientan; sus ojos dulces, su espíritu salvaje y su tímida honestidad ofrecen un vistazo de lo completamente diferente que es su mente de la nuestra.
Este pequeño cuadro transmite esa interacción pacífica. Pintada al óleo, esta obra muestra textura con sus diferentes pinceladas. Se coloca una combinación de marrones y azules como sombras con ausencia de negro.
TÉCNICA
Óleo en Lienzo
DIMENSIONES
30x23 cm / 11.8x9 in
OTROS DETALLES
Obra estirada sobre bastidor. Lista para colgar. Enmarcación bajo pedido.